¿Cómo se escribe una ópera?
Podría responderte con técnica: estructura de actos, tesituras vocales, motivos recurrentes. Pero si te soy sincero… escribir una ópera es dejar que la historia grite. Es no interrumpirla cuando suplica. Es escuchar las voces que surgen solas, que el pentagrama apenas logra contener.
Hace poco terminé de escribir el acto IV de La Casa Traverso, y no exagero si digo que salí de allí agotado, como si hubiese sobrevivido a una batalla emocional.
La escena central es una elegía. Un juicio cantado. Un linaje podrido que se alimenta de obediencia, donde el amor fraternal y la justicia se cruzan con la sangre. Todo gira en torno a Abelán: el soldado que ya no sabe si está luchando por un ideal… o por costumbre.
🎼 Ejemplo de composición – Gancho coral
Mi Hermano Abelán
¿Sabes con quiénes estás?
¿Serías un auténtico traidor?
¿Luchador o mero espectador?
Cada vez que esta frase regresa en escena, lo hace con un matiz diferente: a veces como súplica, otras como acusación, otras como eco de la conciencia. Así trabaja la ópera: la repetición no es redundancia, sino martillo.
🎭 ¿Por qué ópera?
Porque el drama de esta historia no se susurra. No se puede contar en silencio. Hay que cantarlo a gritos. La Casa Traverso son una dinastía que encierra crímenes, traiciones, y un amor corrupto por el deber. Y cuando todo eso llega a un clímax, no hay forma de expresarlo solo con prosa.
Una escena en particular marca el quiebre:
[Gancho final – voz joven tenor]
Desgraciado Abelán
¿Sabes quién está de más?
¿Serás tan sólo alma sin honor?
¿Perro fiel… o verdugo sin valor?
Eso… no lo dice una voz. Lo canta el destino.
🖋️ Lo que aprendí escribiendo este acto
Que la ópera no se escribe desde la razón, sino desde el estómago.
Que una escena escrita puede ser bella… pero una escena cantada puede ser inevitable.
Que el silencio también se compone. Y a veces, duele más que un grito.
¿Quieres escribir una ópera?
No empieces por la música.
Empieza por la herida.
Esa es la nota que va primero.
