Las semillas que provienen del cristal
0 Esta historia me tocó
0 Quiero sumergirme en la trama
0 Quiero conocer a fondo a sus personajes
0 Me intriga el mundo que han creado
0 Llévame a esos lugares

Las semillas que provienen del cristal

Una vez, había un niño que —al igual que un caballito— nació sobreprotegido. Parecía tan frágil que uno pensaba que se rompería como un cristal. Nadie creía en él, y con el tiempo, él mismo dejó de creer en sí. Lo que no sabía era que existen muchos tipos de cristalizaciones: las frágiles como una copa… y aquellas que rayan y no se dejan rayar, como los diamantes. No todos logramos ser diamantes, pero podemos aspirar a algo grande. A algo hermoso, útil o complejo.

Hay una frase que refleja perfectamente que debemos creer en nosotros mismos: “Diamante en bruto”. Porque puedes pulirlo y pulirlo… hasta que alcance una forma perfecta. Así ha sido también el trabajo en este sitio. Un día decidimos elegir un nombre que nos representara. Al principio, La Pluma y El Faro se unieron para trabajar en un proyecto. Entonces, yo desplegué mis alas draconianas y les dije:

—¿Por qué no me suman?

El Cuervo y el Faro se miraron; él, sosteniendo una pluma con tinta roja; ella, una vara mágica binaria.

—¡Bueno! —respondieron ambos.

Lo agradecí. Al principio me miraron extrañados, pero su respuesta fue tan simple, sin mucha meditación. Solo aceptaron. Y así comenzamos a trabajar en plumafarollama.com, el nombre con el que la gente nos busca y nos encuentra. Cada uno ha aportado lo suyo. Y cuando comencé a publicar, sucedió el milagro: el niño de cristal hizo estallar uno de sus prismas, esparciendo semillas en el Jardín que quiere Elysia, ese que Cuervo ayudó a arar.

Me resulta jocoso verlo esforzarse y escucharle:

—¡Urrrghhh… uurghhh! Un metro, un músculo nuevo.

Si me río fuerte, se enoja. Así que corro hasta donde está Elysia y le cuento todo. Puede pasar media hora de risotadas hasta que fingimos desentendernos. Que yo sepa, los músculos no crecen como semillas, pero puedo sentir aprecio por el aceite de sus plumas.

Así que gracias, Lauren, por planificar y estructurar esto. Solo una mente tan lógica como la tuya podría. Y gracias, Elysia, por poner la visión y el arte, por integrarlo. Yo trataré de aportar algo distinto: la chispa, la imaginación de una salida fuera de lo común.

— Draco Sahir

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