¿Qué es la nave en el patio trasero?
Bueno. La nave construida en el patio trasero no es solo un juguete: es símbolo de valentía, compromiso y fe. Inspirada en un recuerdo ligado a Martina, un ser querido que partió a un destino estelar, la nave se convierte en puente entre lo humano y lo espiritual.
Para los niños —y para los adultos que olvidaron sus sueños—, esta nave es también recordatorio: nunca es tarde para levantar la mirada y construir lo propio. No una fe religiosa, sino la fe en uno mismo, en obrar y en validarse. Quizás tú también eres Galactique o Galactiquito, con una nave esperando a ser terminada.
Construir esta nave no fue solo un acto físico, sino un proceso emocional. Cada pieza ensamblada representaba un paso hacia la reconciliación con los sueños olvidados. Cada tornillo, cada plan, era un recordatorio de que la imaginación no tiene límites, y que el patio trasero puede ser el punto de partida hacia el infinito.
La nave también simboliza la conexión entre generaciones. Los niños que la construyen hoy son los adultos que inspirarán mañana. Es un legado de esperanza, un mensaje de que, aunque el mundo parezca vasto y frío, siempre hay un rincón cálido donde los sueños pueden despegar.