Cuando comencé con las ideas de La Casa Traverso, observaba un mundo de poder que crecía peligrosamente cerca de mí. Era algo a lo que temía, porque siempre había estado por encima, ejerciendo una sombra opresiva.
El primer pasaje presenta a la familia como una dinastía aristocrática: una élite militar estrechamente ligada a la clase gobernante. Un linaje que impone respeto y ejecuta, sin titubeos, los mandatos de la realeza.
Su protagonista, Abelan, es uno de los integrantes más jóvenes, una futura promesa al igual que su generación. Si los padres fueron excelentes, los hijos debían ser excepcionales. La historia comienza justamente en su proceso de formación. Ya no están en simples entrenamientos, sino en ejercicios formales, llevando a cabo el ajusticiamiento pronunciado por el Rey: acabar con aquellos que osen tomar los predios y campos del Feudo, atacar a los pueblerinos o apropiarse de las riquezas destinadas a las arcas reales.
Esta historia —que alguna vez comencé a escribir y se perdió en algún computador, diskette o pendrive— ha retomado fuerza, transformándose en algo más: la idea de un juego y de una ópera que represente sus distintos pasajes.
Gracias a la tecnología de GENNA Tech®, pude convertir un escrito en melodía: una oscura y maldita melodía que marca el inicio de esta estirpe.
Compañeros
No todos sobrevivirán
Guerreros,
Pero sus almas viviránTodo por el pueblo, el honor
Rey, te haremos Emperador
(Raaaa! Raaaa!)
Vamos a paso firme sin temor
El Sol brillará con todo fulgor
🎵
Fragmento de: La Honorable Casa Traverso — La ópera de La Casa Traverso.
El principio de la melodía que marca el esparcimiento de la sangre.
